El origen de este antiguo apellido se basa en don Pedro Ruiz, descendiente de las casas de Villamayor y Salvadores, a quien se le apodaba "el sarmiento". Y que él acabó convirtiendo en su apellido siendo el origen de este linaje.
Escudo de armas:
Escudo de gules con trece roeles de oro, bien ordenados.       

Sin lugar a dudas Sarmiento nació el 14 de febrero de 1811. Su onomástico es Valentín, porque el 14 es el día de San Valentín y antiguamente el segundo nombre de las personas era el que indicaba el santoral cristiano. Además muy claro lo dice el acta de nacimiento con fecha 15 que Sarmiento tenía un día de vida, es decir nació el 14 de febrero.
“En el año del Señor de mil ochocientos once; en quince días del mes de febrero; en esta Iglesia Matriz de San Juan de la Frontera y Parroquia San José; Yo el teniente de Cura pongo oleo y crisma á  Faustino Valentín de un día legítimo de DonJosé Clemente Sarmiento y Doña Paula Albarracín. Bautízolo el otro Teniente Fray Francisco Albarracín. Padrinos Don José Tomas Albarracín y Doña Paula Oro; a quienes advertí el parentesco espiritual y para que conste lo firmamos.” Firmado: José María Castro.

ACTA DE BAUSTISMO DE FAUSTINO VALENTÍN SARMIENTO

El nombre de Faustino Valentín había sido elegido por el padre, pero la devoción de los Albarracín por Santo Domingo pudo más que la decisión de Clemente, y Paula comenzó a llamarlo Domingo. Así decidieron nombrarlo todos en la casa y el Faustino Valentín del acta bautismal se transformó muy pronto en Domingo Faustino Sarmiento.
Pero porque “Sarmiento”, si su abuelo y su tío eran de apellido “de quiroga” ?. (Ver gráfico).
Algunas fuentes, argumentan que estaba peleado José Clemente con la rama de los QUIROGA y decide llevar el segundo apellido paterno.
Es de suponer también que estos cambios de nombre y apellidos no deben haber tenido gran significación ya que en ningún escrito de Sarmiento o de historiadores se menciona.        

Domingo Faustino Sarmiento Nació en San Juan el 14 de febrero de 1811. Murió en Asunción (Paraguay) el 11 de setiembre de 1888.  Escritor, estadista y educador, a Sarmiento se lo recuerda principalmente como el principal impulsor del sistema educativo nacional. Siendo Presidente de la Nación (1868-1874), la obra que desplegó en este sentido da bases para el sitial de honor que tiene en las escuelas del país: multiplicó el número de alumnos en las escuelas (la cifra de educandos pasó de 30 mil a 100 mil), creó la primera institución dedicada a la formación de maestros (la Escuela Normal de Paraná), promocionó la práctica de la lectura, a través de la Ley de Bibliotecas Populares, que dio origen a 140 bibliotecas en todo el país, e impulsó la creación de escuelas en todas las geografías de la nación.
De su amplia labor como periodista, se destaca la creación del periódico El Zonda en su San Juan natal, sus colaboraciones en medios chilenos respecto de temáticas tales como la lengua o el romanticismo, sus agudas polémicas con Juan B. Alberdi y su defensa pública de la educación desde el diario El Nacional de Buenos Aires.
Como estadista, Sarmiento fue Director del Departamento de Escuelas, Ministro de Gobierno del Presidente Mitre y Gobernador de San Juan. Luego asumió la Presidencia de la Nación, por el mandato 1868-1874.

Nació en San Juan, el 27 de junio de 1774, hija de don Cornelio Albarracín y doña Juana Irrazábal, ambos sanjuaninos. En” Recuerdos de Provincia”, Sarmiento dice: ”La madre es para el hombre la personificación de la Providencia”, al recordar que su madre tenía una fe ciega en la Providencia, pues cada vez que se veía en dificultades, las subsanaba invocándola.
Fue una mujer sin juventud, porque  debió cuidar a su padre que padeció una enfermedad por espacio de doce años y cuando apenas salió de ella, comenzó su vida de adulta en procura de restablecer lo perdido. En 1801 comenzó a construir su casa en un terreno, heredado de lo que había sido una buena fortuna, venida abajo por la enfermedad y fallecimiento de aquél. En 1802 contrajo matrimonio con el apuesto caballero José Clemente Sarmiento, de cuya unión nacieron quince hijos, de los cuales le sobrevivieron cinco: Paula, Bienvenida, Rosario, Domingo Faustino y Procesa. A medida que la familia crecía, la casa se fue agrandando. Domingo Faustino la terminó de construir en 1862.
Formó su hogar al amparo de la religión cristiana. Por eso quiso inclinar a su Domingo por el camino de sacerdocio, sin conseguirlo, pues a él le atraía con mayor fuerza la actividad de su padre: andariego, militar y patriota.
Sin embargo, con el amor y los consejos oportunos, lo hizo Presidente de su Patria, sin poder gozar del regocijo, cuando el hecho se produjo, porque ya había muerto.